Cómo hacer a un perro, tu gran TERAPEUTA
Como terapeuta y coach, soy consciente de que la maestría y las lecciones por aprender que no has aprendido con anterioridad, vienen por los sitios o seres más inesperados en la vida.
Admitir que parte de lo no trabajado en nosotros mismos, por las razones que sean, puede ser guiado de maneras sorprendentes por los canes más callejeros y más independientes(con esto me refiero a no ser directamente “tocados” o adiestrados por la raza humana) es realmente para tomar en cuenta, y por supuesto, para compartirlo con otros semejantes humanos.
Mi experiencia como voluntaria con los perros más “desangelados” de la sociedad en la que vivimos, me ha llevado a comprensiones mucho más profundas de lo que en un principio esperaba. Lo cierto, es que gracias a estos perros me siento más feliz cada día. Quién me lo iba a decir. Y debo admitirlo: me están brindando más PROSPERIDAD en todos los aspectos.
Comencemos con Chico.
Chico es...fantástico. Ahora mismo tiene la bendita suerte de ser el centro de atención de diversas personas que estamos comenzando a activar nuestra parte integradora de mundo animal feliz-mundo humano feliz.
Gracias a Chico, mi interés por el voluntariado animal ha crecido. Mucho más que nunca. ¿Sabeis porqué?. Por EGOÍSMO.
Estos perros me hacen sentir DE PUTA MADRE. Me hacen sentir bien conmigo misma!!!.
El paseo de dos horas con Chico, determinó un gran cambio en mi vida. Estaba pasando por muy malos momentos con respecto a muchas cosas en mi camino. Pero estar con él, cambió mi chip mental completamente. Fue como si tuviera que centrarme en ese mismo instante y volcar toda mi atención, mi disciplina, mi amor y mi fuerza física, en alguien que sólo deseaba vivir este momento.
Y lo más mágico, es que sucedió: que me lo pasé genial con él. Y él me aceptó de buena gana. Es maravilloso...
Este sábado conocí a Thyson.
Thyson es...¿cómo describirlo?. Es pura vida. Pura vida. Refleja exactamente la juventud más vivaz y más enérgica que puedas encontrar en un ser vivo.
Por eso, lo pasó mal encerrado en una jaula las noches de la clínica(casi todos lo pasan mal cuando están encerrados, pero hay diferentes caracteres en los perros...como en las personas);espero que ahora esté muchísimo mejor.
Pero he de contar lo que viví con él...como ya hice con Chico. Creo que intercambiar información acerca de los perritos es realmente importante para poder tratarlos de maneras equitativas y disciplinadas.
Cuando llegué, Carlos y Lidia me comentaron un poco cómo había pasado la noche y cómo estaba él anímicamente y físicamente. Cuando me lo presentó Carlos, Thyson no paró de morderme las manos. Comprendí que estaba muy nervioso y que lo que necesitaba URGENTEMENTE era: ejercicio a tope.
Salimos y comencé a observar que realmente estaba muy nervioso y que su viveza requería bastante movimiento. Como una de las cosas que no les permito a estos animales, es a que ellos sean el que domina el campo energético, es decir, que sean los que mandan(y es comprensible y lógico que así sea, puesto que han sido seres abandonados y dejados de la mano del hombre...y lo único que piden es una buena guía y cuidado) y te lleven por dondequieran(o permitirles que vayan por delante de ti, me paro el rato que me dé la gana y ladro a quien quiero), me centro primero en que vayan siempre a mi lado, (pero por supuesto sabiendo sus necesidades físicas de ejercicio fuerte) a un paso ligero(rápido), y que no se centren demasiado en el olfato, porque eso les distrae a la hora de canalizar bien la energía que tienen acumulada y que deben hacer con ejercicio centrado.
Pero eso sólo se consigue si uno está centrado. Es decir, si tenemos claras las prioridades sobre el animal. No me centro mucho en el afecto al comienzo de nuestro pequeño entrenamiento, porque eso les marea y les pone en posición de líder total, y de: hago lo que me da la gana. Y eso no es bueno para ellos. El afecto puede venir después de haber andado mucho o corrido un rato.
Sigo.
Thyson, como buen perro joven callejero, quería ir por delante y hacer lo que le viniera en gana. Me centré en que debía ir a mi lado y pararse cuando yo se lo dijera. En semáforos y no semáforos. Al principio me mordía la cuerda y la mano...a los 10 minutos, el perro estaba a mi lado y contento de llevar una buena marcha para caminar ligeramente. Cuando lo sentí que se unificaba a mi energía, comencé a correr con él. Ví perfectamente que eso le hacía gastar mucha frustración contenida(que generalmente, son proyecciones humanas realizadas a los perros, y que ellos aceptan porque son energía condensada) y se sentía bien de fluir con el ejercicio.
Las pequeñas pruebas de disciplina, como son: el pararse cuando uno se lo ordena, caminar a tu lado o dejar de ladrar cuando le das pequeños toques en los lados, parecen una chorrada, pero el animal lo agradece que no os podeis hacer una idea. Es como si se sintiera a salvo, seguro y cuidado. Me he dado cuenta de que para ellos, una buena disciplina y un buen ejercicio diario son como el mejor de los amores. Para ellos, el ejercicio ES AMOR. Tu centramiento y adoctrinamiento para su bienestar, ES AMOR.
Nisiquiera hace falta que hables con ellos. Ellos no lo necesitan. Aprecian tu silencio, pero sobre todo, aprecian tu serenidad. Aprecian que te sientas bien. Aprecian que les enseñes a que no tienen que temer nada. Que están a salvo.
Pero, ¿qué pasa si el que tienes miedo eres tú?. Lo que pasa es que ellos te lo muestran con sus acciones o comportamientos. Te están diciendo: no me gustas cuando tienes miedo, y por eso, reacciono de esta manera. Me siento inseguro contigo porque te sientes malhumorado o enfadado o dudoso.
Los perros son los mejores espejos que yo he encontrado para aprender. Y cuando digo los mejores, estoy diciendo, los más claros. Y se debe a que ellos son puros, no mienten cuando te muestran lo que temes ver de ti. Por eso hay que aprovechar sus presencias en tu vida. Hay que saber reverenciarse ante unos maestros chiquitos que te lo están dando todo.
Tanto Chico como Thyson me mostraron partes que yo misma como coach y como terapeuta, admito, no estoy acostumbrada a ver. De hecho, me sorprendió ver tan fácilmente aquello que ningún ser humano me estaba diciendo en esos momentos. Por eso, lo mínimo que puedo hacer por estos grandes seres caninos es compartir lo que yo creo, es importante para ellos y su existencia aquí con nosotros.
Me gusta darles buenos y largos paseos porque disfrutan de todo lo que ven, todo lo que huelen, todo lo que escuchan, todo lo que sienten cuando corren o caminan a galope. Me gusta acercarles a los campos abiertos donde hay buenos árboles y otros perros. Los subo hasta El Vedat y luego los bajo hasta la clínica.
Una de las grandes experiencias que te encuentras al pasear a estos maravillosos perros es que te encuentras, gracias a dios, con más adoradores de los canes.
En una de las paradas que hice con Thyson me encontré con un hombre educadísimo y respetuosísimo con los perros, (y particularmente con el suyo propio) y aproveché para observar el entrenamiento que estaba realizando con el precioso perro que tenía. Este hombre, practicaba ejercicios de obediencia y de disciplina para que su perro no se “alterara” cada vez que veía a otro u otros perros, y por lo tanto, me pidió permiso para que practicara el distanciamiento con Thyson. Le dije que por supuesto, y que a este le iba a venir que ni de perlas.
Cuando Thyson se puso nervioso y ladraba con la presencia lejana del otro perro, yo le daba toques y le decía que se sentara...y lo mejor, es que lo hacía.
Este hombre hizo todo un rodeo de circunvalación para que su perro practicara en la lejanía y en la cercanía. En un momento de relax de Thyson, no fuí consciente de que este hombre y su perro ya habían llegado casi a nuestro lado, y este le decía que se sentara cerca de Thyson. Pero Thyson se puso a ladrar y lo corregí con mucha serenidad e incluso admiración observando la gran actitud que tenía este hombre para con su perro. Me contagió esa gran serenidad y esa confianza. Mientras corregía a Thyson y este se sentaba la mar de salaó...yo le conté a este hombre, de dónde venía Thyson y que estaba realizando un poquito de disciplina con él y blabablabla.
El otro perro era un mastodonte pero tranquilo, sumiso y la mar de relajaó. Y ambos estaban sentados al lado el uno del otro, tan campantes.
Me gustó muchísimo ver y comprobar que aquel hombre estaba más que comprometido con el cuidado y el respeto por la libertad y el bienestar de su perro.
Cuando me empezó a hablar del porqué le estaba dirigiendo en obediencia, me dí cuenta de que estaba hablándome de comportamientos pasados que había tenido su perro(como por ejemplo, ladrar a tope cuando se acercaba alguien a su chalet aunque fuera conocido, ladrar y lanzarse sobre otros perros, etc), pero no DEL MOMENTO ACTUAL. A mí me importaba un huevo si el perro se había comportado de aquellas maneras o de otras. Ahora era un EJEMPLO de tranquilidad, serenidad y fluidez sin estrés. AHORA. Y se lo dije: mira a tu perro ahora. Olvídate de lo que hizo ayer o el año pasado.
Como vió que su perro estaba tranquilo y Thyson también, decidió halagarlos a los dos y los perros parecían entenderle y se acercaron para olerse. Se presentaron y se dijeron hasta luego.
Este hombre me dió claves de los fallos que podemos cometer los seres humanos con los animales en general, y en especial con los perros.
Sentir compasión sí. Sentir pena, NO.
La pena no nos lleva a ningún lado.
Los nervios no nos llevan a ningún lado.
La culpa no nos lleva a ningún lado.
La angustia no nos lleva a ningún lado.
La ansiedad no nos lleva a ningún lado.
El enfado constante no nos lleva a ningún lado.
Y todas esas emociones son proyectadas a los perros, día sí, día también.
No proyectemos sobre los perros, aquello que nosotros no tenemos resuelto.
Aprendamos de sus comportamientos, porque son espejos muchas veces, de cómo nos sentimos por dentro. Y eso no ayuda al animal en nada.
Por eso, hacer ejercicio con ellos es tan importante. Porque nos libera a ambos de todo lo que necesitamos soltar en esos momentos, y nos lleva a centrarnos en este ÚNICO MOMENTO. El perro vive en el presente, sólo en el presente. Vive con él en el presente y aprovecha su energía de centramiento en el AHORA.
Quiero comentar algo que he ido observando desde hace tiempo y que no es beneficioso ni para los perros ni para nosotros, y eso es, sentirnos desbordados emocionalmente porque no podemos ayudar a todos los animales del mundo.
Muchos de los veterinarios y voluntarios que trabajan y cuidan a muchos animales a la vez, se desbordan porque se ponen más responsabilidad en sus espaldas de lo que verdaderamente les toca. Y muchos de los sentimientos que afloran cuando deseamos “salvar” a todos los animales que nos encontramos, son perjudiciales para nosotros y para el bienestar del animal. Lo he dicho antes: la pena, la culpa, el enfado(porque no hay nadie que nos ayude, porque la gente habla más de lo normal, porque cuánta dormidera hay, porque, blablablab), todos esos sentimientos hacen que nos encadenemos más a experiencias que no nos gustan, como que los animales no sean atendidos ni sean adoptados ni sean acogidos ni sean sacados a pasear ni sean cuidados a nivel económico, etc.
Para que todas estas personas, profesionales y no profesionales, amantes de los perros, puedan tener alivio en sus trabajos y quehaceres diarios, podemos AYUDAR de muchas formas. De MUCHAS.
Yo entiendo y sé que hay gente que se siente muy angustiada o asfixiada por su situación económica.
No deseamos angustiar más a la gente con nada. No deseo que la gente se sienta más asfixiada de lo que lo está con sus “responsabilidades”. Ese no es el objetivo.
Mi deseo personal es que la gente sepa y experimente que un paseo de 1 hora al día, con cualquier perro que necesite de nuestra guía y de nuestra presencia(y fijaros que no digo ni ayuda) puede CAMBIAR TU VIDA de la noche a la mañana.
No sólo eso. Sino que encima te hará más próspero, te hará sentir de puta madre contigo mismo, te hará sentir el líder que creías no ser, te hará sentir más rico, sentirás que formas parte del todo, sentirás más esperanza, más dignidad, más humildad, más amor por ti y por los animales.
Pasear a un perro sólo requiere de una cosa: las ganas que tengas de cambiar tu vida PARA MEJOR.
No te estoy diciendo que te hagas cargo de él, que lo adoptes, que te lo quedes, que me dejes una cuota de no sé cuántos euros. No. Te estoy diciendo, y te prometo, ante lo más sagrado que hay dentro de ti, que pasear una simple hora a un perro hará que consigas lo que deseabas ese día, esa semana o ese año. Juro que es así. ¿Y sabes porqué sucede eso?. Porque te has alineado a la fuente de la vida a través de un animal y os habeis fundido en un momento inolvidable. Y lo mágico de eso, es que permanece en el tiempo lineal, el que conoces...y te hace fusionarte con todo lo demás y todos los demás.
Incluso te voy a decir algo más cómodo. Por si eres de esos que dudas y no te hace falta fusionarte con los animales porque bastante tienes con la unión de todos tus problemas. No importa.
Simplemente, con que COMPARTAS cada uno de los enlaces que hablan y transmiten toda la sabiduría que se está viviendo con dichos animales, ya habrás hecho suficiente. Porque cada enlace compartido, es un perro visto, un perro que no ha pasado desapercibido nisiquiera para ti que estás rendido. Y ese enlace habrá provocado una oleada de compartires que puede traernos más de lo que estamos pidiendo. Suele suceder con las buenas intenciones pequeñas. Que una intención sea pequeña, no quiere decir que para nosotros sea poco importante. Porque lo que me han enseñado estos perros, es la gratitud enorme por un acto tan simple como pasar un ratito con ellos. Yo soy la privilegiada. Cuando veo a la gente con sus perros...sé lo afortunados que son. Y también sé lo afortunados que ellos se sienten dentro de las familias que los acogen.
Ahora mismo, por razones personales no puedo adoptar a un perro. Pero sé que lo haré en el futuro. Pero no sé si el futuro llegará ;).
Así que, aprovecho el tiempo que se me da aquí y ahora, para poder pasarlo con seres que están intentando cambiar los paradigmas en los cuales nos hemos movido desde hace tiempo, y que ya no nos sirven para nada.
La integración completa de los animales, en nuestras sociedades civilizadas, va a ser uno de los retos que el ser humano va a tener que aprender más rápido por encima de todos los retos que nos llegan ahora.
Porque los animales siempre fueron nuestros aliados. Porque los animales siempre fueron nuestros maestros. Porque los animales siempre fueron nuestro corazón más tierno.
Si nos duele el corazón es por tanto maltrato hacia la naturaleza, hacia los animales, hacia nosotros mismos.
Hace poco me hice vegana. Decidí serlo porque...mi comprensión sobre el sistema esclavista que estábamos viviendo me dejó muda cuando ví que de lo que más me quejaba, era lo que más estaba permitiendo en el mundo animal. Otra de las razones fue...que ya no puedo soportar, literalmente, el sufrimiento de ningún ser vivo de este planeta. Me es imposible de soportar tremenda conciencia.
Y no tiene nada que ver con la culpabilidad. Tiene que ver con el amor que siento y que soy. Eso es todo.
El otro día, mi sobrino de 5 años, iba conmigo caminando y me pidió que nos paráramos a ver unas mascotas en una tienda de animales. Cuando nos alejábamos le comenté: Ay!, ¿sabes lo que pasa, Ignacio?. Que la tia Elena, no puede ver a los animalicos encerrados porque me dan mucha PENA.
¿Sabeis lo que me contestó?.
Pues no te tienen que dar pena porque vendrán personas a comprarlos y se irán con sus futuros dueños a sus casas.
Mis chorradas y mis penas se largaron de inmediato. Benditos sean los maestros de 5 años.
No proyectemos nuestros miedos hacia los perros, por favor. Liberémonos nosotros de todas nuestras angustias y frustraciones. De hecho, aprende de los perros, ellos te enseñan mucho sobre ti. Muchísimo.
Aprovecha su maestría para crecer y evolucionar. Aprovéchate bien de ellos!!!
No hablemos de cosas que le han pasado al perro el último año, la última semana o hace tres horas. Ya no es el mismo perro. Lo que cuenta es ESTE MOMENTO.
¿Qué podemos hacer por él ahora?. Ya está, no hay más.
AHORA.
Cuando me llevé a Thyson a pasear estaba en un modus operandi diferente a cómo lo dejé en la clínica. Hay que “sacudirlos”(ejercitarlos físicamente) para que su estado emocional esté relajado y diferente. Se puede hacer en un par de horas. Es nuestra actitud la que cuenta, no la del perro.
De veras, que para mí, está siendo muy beneficioso pasar tiempo con estos perros por una simple razón: porque le cambias su ESTADO VIBRACIONAL, y eso hace que ATRAIGA otro tipo de experiencias en su vida. Y no sólo él, sino tú mismo. Cambiar el estado vibracional a un ser vivo es equivalente a CAMBIAR SU DESTINO.
No subestimeis pasar poco tiempo(dos horitas o una hora...lo que podais o lo que querais) con el animal. Ese tiempo es SAGRADO para ellos, porque sólo VIVEN EL PRESENTE. Les da igual lo que tengas tú en tu mente: que si una casa, que si los mejores dueños, que si la mejor comida, que si todas las vacunas que necesita, que si, lo que quieras.
Ellos viven este momento. Y si el momento requiere de atención personalizada por parte de los voluntarios, así sea. Y si el momento requiere la protección de una clínica responsable sobre ellos, apreciemos esto. Es lo que tenemos. Y si el momento requiere, una casa de acogida y encima disfrutando con otros animales...apreciémoslo, por favor.
Démosle la importancia que tiene el hecho de que todos aquí estamos haciendo LO MEJOR QUE PODEMOS, y eso es más que suficiente.
No presionemos a los demás con nuestras imposiciones o frustraciones. Los perros no lo hacen. Confíemos en nuestra creatividad y en nuestras ganas de pasarlo bien con ellos. De disfrutar de lo que tenemos aquí y ahora. Y si podemos otorgarles a todos, hogares definitivos, MEJOR QUE MEJOR, pero no nos sintamos incapaces u ofuscados porque las circunstancias no salen como nosotros desearíamos en una primera instancia. Respiremos hondo y hablemos más de porqué es importante la compañía de estos grandes seres en nuestras vidas. Presentémoslos al mundo!!!. Mirad a Chico...ya nos ha movilizado a unas cuantas para hacer cosas. Lo ha hecho él. Y no ha tenido que conquistarnos con falsas premisas o falsos perfiles del buen y “aparente hermoso” perro. Chico nos ha conquistado porque es profundamente bello, un cachondo mental y un alma sabia y buena.
Y eso es lo que debe primar en nuestras proyecciones para con ellos. Debemos confiar en todas sus posibilidades. Que son infinitas.
Si deseas un buen terapeuta o deseas ayuda de alguna forma...dales tiempo a estos “chicos” paseándolos, teniéndolos de acogida temporal en tu casa, una cuota pequeña mensual económica, un interés por darles publicidad y conocimiento al mundo a través de los enlaces que se ponen en diferentes sitios y páginas web.
Te aseguro...que tu alineación con el bienestar será instantánea, mágica y sanadora.
Si deseas de corazón que tu vida prospere de maneras insospechadas...fúndete con la natura y con los perros. A mí me está funcionando.
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