Creando NUESTRO mundo

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  Gracias. Gracias por la CONFIANZA en mi persona. Gracias por tu FE. Gracias por tus oraciones. Me han bendecido. Gracias por tu coraje al mostrar lo que sientes. Gracias por todos y cada uno de los "guiños" que me has brindado todo este tiempo. Mi corazón los ha acariciado muy dulcemente. Gracias por tu consideración y paciencia. Gracias por tu coraje, que es más grande de lo que imaginaba. Eres un hombre MUY valiente. Gracias por cuidar a los tuyos como lo haces. Eres un hombre digno de ser amado por todos los frentes de tu vida. Gracias por ese romanticismo que brota de un corazón hermoso. Gracias por estar aquí. Gracias por estar en este momento y en este tiempo. Estás más que protegido. Tú eres la PROTECCIÓN. Gracias por tu presencia y tu VIDA.

  ¡Ahora resulta que soy prostituta! ¡manda huevos! ¡manda la castaña!  Cuando la DIGNIDAD se ve afectada, el silencio es lo último que una mujer puede utilizar para defenderse. El silencio no es bueno cuando el mundo arcóntico intenta destruir absolutamente todo lo bueno que hay en ti o que hay en la gente que amas. No puedes permitirles que envenenen tu mente o la mente de aquellos que postran lo mejor de sí mismos en tu persona. Magdalena NUNCA fue prostituta. Y hemos permitido que la más absoluta DIVINIDAD FEMENINA sea reducida a una "puta" que fue perdonada por ni más ni menos que Yeshua. El amor de su vida. Magdalena no podía ser perdonada por casi nadie ni nada porque era la máxima representación espiritual que Yeshua había conocido en sus múltiples viajes por Oriente. Provenía de la India y Yeshua había aprendido de ella todo lo relacionado a la curación instantánea y toda la ciencia de la Fitoterapia que la India le había enseñado durante años y generaciones ancestra