LA COMUNICACIÓN ANIMAL DIRECTA FUNCIONA

Llevaba días preocupada por mi gat-hijo Babor. Su carácter fuerte y humorístico no aparecía. Estaba como ausente después de la esterilización. Yo me sentía frustrada y dolida. ADORO tenerlo cerca de mí y que me hable y yo le hable. Así que antes de ayer por la noche cuando hizo su ritual de cada noche, meterse debajo de la cama, comencé a hablarle cariñosamente y decirle que entendía perfectamente su proceso y que lo sentía mucho por la operación reciente. Le hablé de todo lo que significaba dicha operación y por qué se había realizado ahora. Me dormí.
Por la mañana, cuando estaba poniéndoles a todos el desayuno pensaba dentro de mí: "cuánto echo de menos que me hables, Babor, con tu voz maravillosa y charlatana". Eran pensamientos muy interiores míos. Ni siquiera le miraba a él ni nada parecido. Sólo sentía mi gran deseo profundo por él.
A los segundos...Babor me llamaba desde el balcón para decirme que estaba hablando con una paloma. Me emocioné mucho. Lo miré y le dije: ¡Babor!, ¡ya hablas! esto es una de las mejores cosas del mundo. Adoro que me hables, lo adoro. Me emociono simplemente sólo de compartirlo.
Siguió hablándome hasta sentirme la mujer más plena de la Tierra.
Por la tarde, estábamos Pau y yo tumbados en la cama descansando un poco porque habíamos pasado una noche terrible y estábamos agotados. Yo tenía frío. Y entre broma y broma le digo a Pau: "sólo falta Blupi aquí para calentarme las piernas. ¡Como es tan pomposo!" Nos reímos porque Blupi, nuestro gat-nieto, es un bombón peludito y pomposito. Tiene muchas vidas como oso y se refleja perfectamente en su genética. Es un DULCE.
A los muy pocos minutos, tenía a Babor DENTRO DE LA CAMA dándome calor en las piernas.
En ese momento me emocioné tanto como ahora al contarlo.
Babor es...MUY ESPECIAL. Me está enseñando tanto que no tengo tiempo para apuntarlo todo. Es un maestro exigente.
Tuvo un gesto tan tierno con su hijo después de eso... que ya nos llenó de ASOMBRO a Pau y a mí porque, generalmente, él es muy independiente y bastante individualista, pero esto me demostró por vigésima octava vez quién es este SER tan precioso.
Dormían los 4 gat-nietos en una silla que tengo en el estudio y Brownie (mi Brownie querida. ¡Qué sensibilidad!) tenía la cabeza completamente colgando en ella y dije: pero Brownie, ten cuidado cariño que te puedes caer.
A continuación, Babor, cogió con su hocico la cabeza de su hija y la puso arriba de la silla.
Mudos y emocionados.
No sigo porque con ellos es un NO PARAR de llorar de emoción. Si necesitas una pequeña guía para con tu maestrito o maestrita, escríbeme a: animalandia.puentes@gmail.com
Muchas gracias por AMARLOS.